El dirigente chavista Diosdado Cabello rechazó este miércoles la acusación de "narcotraficante" que le hizo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, al asegurar que carece de pruebas.
"(Haley) no presenta, como todos sus antecesores, ni una sola prueba, ni la más mínima señal de prueba", dijo Cabello, presidente de la oficialista Asamblea Constituyente que rige Venezuela, en su programa semanal en la televisora gubernamental VTV.
El lunes, en una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la diplomática estadounidense llamó a asfixiar financieramente al gobierno de Nicolás Maduro y tildó a Cabello de "ladrón" y "narcotraficante".
"Es considerado el segundo hombre más poderoso de Venezuela (...). Es también un ladrón y un narcotraficante que utiliza su poder para llenar sus bolsillos", expresó Haley, quien aseveró que el líder oficialista estuvo involucrado "directamente" en el tráfico de drogas, con envíos de estupefacientes de Venezuela a República Dominicana y, desde allí, a Europa.
"Respete, por favor. Desde aquí en Venezuela le decimos: respeten, señores de Estados Unidos", reaccionó Cabello, quien calificó a Haley de "arrogante".
"Esta señora es un ejemplo de arrogancia y cree que desapareciendo a Diosdado se acaba (la 'revolución bolivariana'), desapareciendo a Nicolás se acaba", agregó.
El gobierno de Maduro arrecia sus habituales denuncias sobre un complot dirigido por la administración de Donald Trump contra el mandatario, después de que The New York Times publicara el pasado sábado un reporte sobre reuniones entre funcionarios de Washington y militares venezolanos para discutir la posibilidad de un golpe de Estado.
"No se equivoquen, señores imperialistas (...). Si los golpistas, si los imperialistas, se atrevieran a romper las reglas de juego (...), ¡ustedes a la calle, a la carga, a la batalla, a la revolución total y radical!", dijo Maduro el martes dirigiéndose a seguidores en un acto del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Según The New York Times, los funcionarios estadounidenses finalmente decidieron no actuar.
Venezuela y Estados Unidos carecen de embajadores desde 2010. Las relaciones han sido tensas desde la llegada al poder en 1999 del presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.